viernes, 27 de abril de 2012
Detrás de una mirada
viernes, 16 de marzo de 2012
Un respiro para la NBC
El regreso de ayer a la parrilla de la NBC de Community fue un éxito relativo. Yo, que aunque esté viendo ahora la segunda temporada soy bastante fan de la serie, me alegro de que haya vuelto de su parón con máximo histórico de audiencia, una muy buena noticia de cara a su renovación por una cuarta temporada. Una renovación que, por otro lado, empieza a estar más que cantada después de que la serie haya firmado ya un contrato de sindicación con Comedy Central.
Sin embargo, estos datos están muy maquillados porque en el primer episodio tras su hiato Community no se enfrentaba a The Big Bang Theory, sino a un partido de baloncesto que registró unos datos de audiencia flojísimos en CBS. Probablemente la serie pegue un bajón de audiencia la semana que viene cuando los freaks con más éxito de América vuelvan a ser su competencia directa, y todo dependerá de que la serie aguante con una audiencia superior a la de 30 Rock, la mayor fuente de prestigio de la fracasada cadena del pavo.
La serie de Tina Fey, que está emitiendo una de sus temporadas más redondas e hilarantes, también está registrando mínimos históricos de audiencia: sus datos dejan mucho que desear y se está convirtiendo en la sitcom menos vista de los jueves. No es de extrañar, sin embargo, que renueve y el año que viene la tengamos de vuelta con una séptima temporada, de la que Alec Baldwin ya ha confirmado que formará parte si se acaba realizando. Cuando se tiene una brecha de audiencia tan grande como la de la NBC, lo mínimo que se puede intentar es que un par de tus series se cuelen en los Emmy para que los espectadores se acuerden de que existes.
Y después de esta sucesión de comedias se emite Awake, uno de los mejores dramas en abierto estrenados esta midseason y de la que hablaré más adelante en el blog, que esta semana ha aguantado con unos demográficos “aceptables” (1,6) y ha ganado medio millón de espectadores totales. Si tenemos en cuenta que no son unos datos especialmente buenos y que también competía con el ignorado partido de basket, no hay mucho lugar para el optimismo. De momento nos queda disfrutar de esta original propuesta con la esperanza de que las cifras repunten un poco más (cosa que no es imposible, pues la trama no es tan enrevesada como nos quisieron vender).
Volviendo a Community, lo que estos datos demuestran es, por un lado, que la serie tiene gancho, y no por nada era uno de los fracasos menos fracasados de la NBC en su primer año; por otro, que los parones de un par de semanas afectan muy mal a la audiencia pero que los hiatos largos sirven para hacer campaña de promoción y volver con buenos datos (cosa que le pasó el año pasado a Fringe con su paso a los viernes); y, por último, que las grabaciones en DVR no tienen valor por sí solas porque evidentemente los espectadores que graban la serie no ven los anuncios, pero sí que pueden ponerse a verla en directo.
jueves, 23 de febrero de 2012
Estudiar para acabar en el ayuntamiento
Las dos comedias más valoradas por la crítica del momento se emiten en la NBC. Es curioso porque también son dos de las menos vistas de la parrilla americana. Estoy hablando, cómo no, de Community y Parks & Recreation. En unas semanas, la segunda saldrá de la programación para hacer sitio a la primera, que ha estado descansando desde diciembre, y mientras que la mayoría celebra la vuelta de los perdedores de la universidad de Greendale, yo no puedo hacer más que lamentarme al saber que no volveremos al departamento de parques de Pawnee hasta dentro de un par de meses.
No digo que Community sea mala, y como no la llevo al día (ahora estoy viendo la segunda temporada) tampoco puedo hacer un ejercicio de comparación en igualdad de condiciones. Sin embargo, la serie de Dan Harmon se pierde en sus propios universos y esquemas narrativos. Nadie duda a estas alturas de que Community sea la sitcom más original de la televisión, y seguramente sus guiones sean los más trabajados de la actualidad, pero con el paso de los episodios (y a mí me gustó desde el principio) ha ido abandonando la filosofía de la carcajada por lo referencial, hasta tal punto que la principal misión de los capítulos es parodiar, homenajear y hacer guiños a la cultura pop (y a sí misma). Pero yo cada vez me río menos.
Con Parks, la serie de Amy Poehler, me ha ocurrido todo lo contrario y cada vez la disfruto más. Sus comienzos titubeantes fueron dejados atrás rápidamente y se ha convertido en una genialidad que pocas veces encuentra rival (bajo mi punto de vista, sólo Modern Family y Cougar Town en sus episodios más inspirados pueden hacerle sombra). No sólo ha construido un núcleo entrañable, cosa que también consiguió Community, sino que cualquier línea de diálogo es comedia pura.
En Parks & Recreation todo funciona porque prácticamente ningún personaje flojea. El asocial Ron Swanson, la inocente y obsesiva Leslie Knope y el extremo entusiasta Chris Traeger (el mejor papel que Rob Lowe ha interpretado en su vida) no sólo están dibujados con esmero y precisión, sino que además no están definidos únicamente por lo extremo de sus personalidades.
Otra de las grandes virtudes de la serie es la vuelta de tuerca que le han dado a la tensión sexual. La relación entre Andy y April (otro de los grandes personajes de la serie), además de poco común, ha atravesado ya todos los estados posibles sin perder ni un ápice de frescura o gracia. Las excentricidades de estos dos no caen nunca en la monotonía y la química que tienen Aubrey Plaza y Chris Pratt no puede ser más palpable.
Afirmar, por tanto, que Parks & Recreation es la mejor sitcom del momento es arriesgarse demasiado en vista del panorama actual, en el que las comedias capaces de sacarte unas carcajadas no escasean (hasta 2 Broke Girls se merece una mención por ser una desternillante sucesión de chistes sobre penes y vaginas). Pero, de todas formas, establecer una jerarquía es algo completamente inútil. Parks & Recreation nunca decepciona, y Community, por su lado, adquiere valor por lo experimental y arriesgada que es, pero no siempre me deja satisfecho al terminar el episodio.