miércoles, 21 de diciembre de 2011

Mis series del 2011

Al final, y aunque no he visto Homeland (estoy en ello), me he atrevido a publicar la minilista de las que, en mi opinión, han sido las mejores series del año, explicando brevemente (o eso he intentado) por qué las considero lo más destacable de este 2011. Aunque sea algo completamente subjetivo y poca gente esté de acuerdo, ahí va:

DRAMAS

1) The Good Wife: La serie del matrimonio King se ha mantenido a lo largo del año en la cresta de la ola. En mayo nos ofrecieron una recta final frenética y, en septiembre, volvieron con las pilas cargadas, mostrándonos a una nueva Alicia. Durante estos últimos once episodios, al tiempo que indagaban en la naturaleza del cambio de la protagonista, los secundarios se han intercambiado el protagonismo, demostrando que todos ellos están escritos con una dedicación admirable. Sin duda, esta es la temporada de un Cary Agos cada vez más turbio y una Diane Lockhart muy racional a la que cada vez le cuesta más sostener los pilares de su bufete. Me quito el sombrero.

2) American Horror Story: Siempre aclarando lo bien que me lo pasaba con ella, no he parado de criticar a Ryan Murphy y su nueva obra a lo largo del otoño. Algunos giros me chirriaban un poco, predispuesto a encontrar en ella los mismos fallos que en Glee. Tras ver el penúltimo episodio la semana pasada, me vi obligado a hacer fe de erratas. Sabiendo a dónde querían dirigir el relato, American Horror Story me parece bastante redonda. No es solo un cúmulo de excesos, sino que sabe manejar el drama de los Harmon de manera excelente cuando ha hecho falta. Y no solo Connie Britton, Jessica Lange y Frances Conroy están soberbias, sino que Taissa Farmiga es el descubrimiento del año.

3) House: El médico creado por David Shore cansa bastante a algunos y además ha perdido a parte importante del reparto. Sin embargo, House sigue siendo una serie de calidad. Este procedimental médico, que se codea con las grandes cuando rompe sus esquemas y nos regala un episodio diferente (como el comienzo de esta temporada), mantiene unos guiones excelentes en cualquiera de sus capítulos. La psicología, las convicciones sociales, las relaciones… Todo es mucho más interesante bajo la óptica de un personaje con cada vez más aristas que Hugh Laurie sigue bordando. Y las nuevas secundarias son lo suficientemente interesantes como para no aburrirnos.

COMEDIAS

1) Modern Family: Dirán que no es para tanto y que los premios Emmy que gana son desproporcionados, pero a título personal es la serie que más me hace reír. Espero como agua de mayo los jueves para reírme durante veinte minutos con los Dunphy y los Pritchett, y siento que me falta algo las semanas que están de parón. Todos los personajes tienen algo, y hasta los episodios supuestamente más flojos me hacen soltar una carcajada. Enormes.

2) Parks & Recreation: Descubierta y maratoneada hace muy poco, he caído en las garras de Leslie Knope, la política más honrada, inocente y divertida de la actualidad. Amy Poehler es la mejor actriz cómica del momento, Andy y April son los Ross y Rachel de la década, Ron Swanson es la parte de mí que a veces mantengo escondida y Chris Traeger ha conseguido lo imposible: que Rob Lowe me caiga bien. Pawnee es, sin lugar a dudas, la mejor ciudad del mundo.

3) Cougar Town: Aunque esta plaza estaba reservada para The Big C y la soberbia Laura Linney, tengo que hacer un hueco a Jules Cobb y al resto de mis amigos. Esta comedia, cuyo maltrato es directamente proporcional a su grandeza, merecía su hueco en mi lista personal, sobre todo porque llevo desde mayo como un yonki esperando mi dosis, y porque los episodios que se emitieron en primavera de este año fueron los mejores de la serie. La manera en que este grupo consigue hacerte partícipe de sus vidas y coñas internas es única en el panorama televisivo. Ah, y Victoria Grayson no es la reina de la maldad, porque ese puesto ya lo ostenta Ellie Torres.

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